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La Cámara Federal de Casación Penal confirmó la condena a prisión perpetua para Musa Azar, el represor santiagueño responsable del secuestro y asesinato en 1976 de Cecilio José Kamenetsky en la última dictadura cívico militar.

En una resolución de 169 carillas, la Sala IV del máximo tribunal penal rechazó también los recursos presentados por las defensas de Miguel Tomás Garbi, segundo jefe del Departamento de Investigaciones Policiales (DIP) y del oficial de esa dependencia Ramiro del Valle López Veloso.

Los tres habían sido condenados a perpetua e inhabilitación absoluta y de por vida en 2010 en la primera megacausa a cargo del Tribunal Oral Federal de Santiago del Estero integrado por los jueces Graciela Nair Fernández Vecino, Juan Carlos Reynaga y José Fabián Asís.

Cecilio José Kamenetsky tenía 18 años y era estudiante de segundo año de derecho de la Universidad Católica de Santiago del Estero. También era militante de la Juventud Guevarista y participaba del centro de estudiantes. El 9 de agosto de 1976 a las 11 y media de la mañana, seis personas vestidas de policías se lo llevaron a la fuerza de su casa en la capital santiagueña. El operativo estuvo a cargo del ex policía Garbi.

El joven estuvo 22 días secuestrado de forma ilegal. Su familia sabía que podían ir a buscar la ropa sucia y llevarle ropa limpia. Nunca pudieron verlo.

Kamenetzky fue fusilado. Fuentes policiales argumentaron un intento de fuga. Sin embargo, las pericias antropológicas señalarían años después, que Cecilio fue asesinado a muy corta distancia y por la espalda

“Fue un examen crítico e integral de la prueba reunida en autos que no deja dudas sobre la correcta reconstrucción histórica de los hechos", dijeron los camaristas de Casación Juan Carlos Geminiani, Gustavo Hornos y Mariano Hernán Borinsky.

El testigo Miguel Ángel Cavallín, que también estuvo detenido ilegalmente, contó en el juicio que vio a Kamenetzky en el DIP. Dijo que tenía llagas entre los dedos producto de la picana, los oídos infectados y las uñas negras por los objetos que le fueron introducidos así como problemas para orinar por la picana y golpes recibidos

“Para nosotros fue un juicio doloroso, los recuerdos de mi hermano y todo lo que vivió fue muy triste”, dijo a Infojus Adela Kamenetsky, hermana de Cecilio.

Walter Bellido, también sobreviviente del centro de torturas de la DIP, testificó que la última vez que lo vio estaba “quebrado psicológicamente”.

“Era una deuda de honor y de amor que tenía con mi hermano, hacer justicia”, agregó la hermana de Cecilio. La familia de la víctima se mostró conforme con el fallo de prisión perpetua y ahora con la decisión de Casación.

Si bien nunca recibió amenazas, Adela no es ingenua respecto a las redes de poder que tejió durante años Musa Azar cuando era jefe de inteligencia de la provincia. Manifestó preocupación respecto a su vida y la de su familia: “Uno trata de seguir su vida habitual pero a veces no es tan sencillo”.

Para muchos, el represor fue dueño de la vida y muerte de numerosos santiagueños y por eso lo describen como “el monstruo mayor” de la dictadura en Santiago del Estero.