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17-6-2015|20:40|Lesa Humanidad Nacionales
Megacausa La Perla, en Córdoba

"Menéndez les ordenó a los médicos que no me hicieran cesárea"

Lo relató hoy Norma Teresa Romero. La testigo contó que en 1978 la llevaron desde la cárcel a la maternidad provincial para que diera a luz. "Me esposaron a la cama y escuché a los médicos que decían que Menéndez no permitía que me hicieran cesárea”. A su hijo lo sacaron con fórceps. “Manuel todavía tiene en el cráneo las marcas de las pinzas", dijo.

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Por: Infojus Noticias

La testigo Norma Teresa Romero relató hoy que en 1978 la llevaron desde la cárcel a la maternidad provincial para que diera a luz. "Me esposaron a la cama y escuché a los médicos que decían que el represor Luciano Benjamín Menéndez no permitía que me hicieran cesárea. Lo sacaron con fórceps (a su hijo). Manuel todavía tiene en el cráneo las marcas de las pinza", a raíz de las condiciones en que nació el 29 de abril de 1978. La mujer declaró en el juicio oral y público que se lleva a cabo en los tribunales federales de Córdoba en el marco de la megacausa La Perla, por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura en ese centro clandestino detención, torturas y exterminio y en su similar de Campo de la Ribera.

La testigo, que en los años 70 fue miembro del Partido Socialista de los Trabajadores y sindicalizada en la Asociación de Trabajadores de la Sanidad, fue secuestrada en un bar de Córdoba en septiembre de 1977 y trasladada a La Perla. "Por la tarde nos interrogaban y por la noche nos torturaban con picanas y con golpes", dijo Romero y precisó que al ser capturada estaba embarazada de un mes, aunque aún no lo sabía. También recordó que un día vio a "Menéndez en una oficinita. Yo estaba tirada en el piso, torturada y éste señor dijo que me pusieran una ‘colchonetita’".

Posteriormente fue traslada junto a otras presas políticas al centro clandestino de detención Campo de la Ribera, donde estuvo entre tres y cuatro meses, pero luego, al parecer debido a su embarazo, la llevaron a la Unidad Penitenciaria número 1 (UP1) y, cuando estaba por dar a luz, a la maternidad provincial. Dos días después del parto, de nuevo en la UP1 "me sacaron al bebé y me pusieron una inyección para que se me fuera la leche. Yo estaba mal porque no sabía dónde lo llevaban. Supe después que mi mamá se fue a La Rioja para poder criarlo".

“Cuando reaccioné, tenía una capucha en la cabeza”

Otra de las testigos de esta audiencia, Mirta Possetti De Soros, brindó detalles sobre el secuestro de Daniel Burgos, miembro del PRT-ERP secuestrado el 24 de agosto de 1976, cuando llegaba a su casa en el barrio Los Granaderos de la ciudad de Córdoba, quien estuvo cautivo en La Perla y aún continúa desaparecido.

También declaró Edgardo Nasser, en relación al secuestro del médico Raúl Nicolás Elías Sager, capturado cuando se hallaba en la guardia del Hospital Municipal de Urgencias de la ciudad de Córdoba el 12 de abril de 1976, aún desaparecido.

Por videoconferencia desde Roma, en Italia, declaró Mario Antonio Leiva sobre su secuestro, el 8 de agosto de 1975 y dijo que en el centro clandestino D2 de la policía provincial estuvo en una misma celda con Marcos Osatinsky, dirigente montonero martirizado, asesinado y cuyos restos fueron dinamitados en septiembre de ese año. "Me sacaron de la casa de mi suegro, me tiraron al piso y me cubrieron, me golpearon y creo haber perdido el conocimiento porque, cuando reaccioné, ya estaba con una capucha en la cabeza y un tipo vestido con botas militares pero de traje interrogándome", dijo Leiva.

Sindicalista de base en el momento de su secuestro, el testigo relató que lo llevaron a la comisaría de la localidad de Villa Allende, en el Gran Córdoba, donde lo interrogaban sobre su condición de delegado gremial del sindicato Smata en la empresa autopartista Transax. "Me preguntaron si pertenecía a alguna organización y les respondí que yo era peronista. Luego de eso siguieron golpeándome y me llevaron a una celda", contó.

Además de la comisaría de Villa Allende, Leiva pasó por el centro clandestino del Departamento de Informaciones de la policía provincial (D2) y por la UP1, donde imputó por tenencia de armas y "material subversivo" el juez Adolfo Zamboni Ledesma, señalado por testigos como cómplice de la represión, ya fallecido.

En los tribunales federales le "aconsejaron" no denunciar las torturas a que había sido sometido y lo llevaron al Cabildo, edificio donde funcionaba también la D2, donde lo alojaron en una celda donde "había alguien tirado en el piso, que me dijo: 'soy Marcos Osatinsky y van a matarme, cuando vuelvas a la cárcel contá que me viste'". Osatinsky, dirigente de la organización Montoneros, fue secuestrado el 9 de agosto de 1975, permaneció en la D2, fue asesinado durante el supuesto traslado a un penal, su cadáver fue robado y apareció a mediados de septiembre de 1975 dinamitado en la localidad cordobesa de Barranca Yaco.

Leiva permaneció un tiempo en la UP1, luego lo trasladaron junto a otros presos al penal de Sierra Chica y en la segunda mitad de 1979 salió en libertad con la "opción" de exiliarse a Roma, donde aún vive.

Télam/RA

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