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El tribunal consideró a los represores autores mediatos del homicidio doblemente calificado de Enrique Angelelli, y de la tentativa de homicido de Arturo Pinto, su acompañante. Cumplirán condena en la cárcel de Bower, en Córdoba. El fiscal federal deberá investigar ahora la complicidad civil del hecho.
Enrique Ángel Angelelli Carletti fue asesinado por la dictadura militar, y su eliminación fue fríamente planificada. Eso concluyó el Tribunal Oral Federal de La Rioja cuando hoy, sobre el filo de las cuatro de la tarde, impuso prisión perpetua para el ex general Luciano Benjamín Menéndez y el ex vicecomodoro Luis Fernando Estrella por haber sido “autores mediatos de homicidio doblemente calificado por el concurso de dos o más personas y por procurar la impunidad”. Además, por la gravedad de los crímenes –que consideró imprescriptibles e innamistiables- los jueces revocaron las prisiones domiciliarias que la Cámara de Casación había decretado esa mañana por la condena en otras causas, y dispusieron el traslado inmediato de los reos a la cárcel cordobesa de Bower.
Afuera de la sala de audiencias, improvisada en el quinto piso del edificio del correo argentino, en el centro riojano, todo era emoción. “Estoy emocionado, porque fueron muchos años para que la justicia diga lo que el pueblo riojano, los organismos de derechos humanos, los padres y los obispos y los curitas vienen diciendo hace mucho tiempo: hoy lo dijo la justicia. No es un día más. Porque mataron a uno de los mejores obispos que tenía la Argentina. Y existieron hombres que se dedicaron todo este tiempo a seguir engañando a la sociedad”, dijo Martín Fresneda, el secretario de derechos humanos de la nación.
Durante la tarde, las organizaciones sociales habían montado una radio abierta y llegado en muy buen número a rodear todo el perímetro de vallas impuesto desde temprano por la policía provincial. Los redoblantes y los silbatos ponían el tinte popular al juicio por el asesinato político de un obispo de Dios, en plena dictadura cívico militar. Pero los militares no sólo mataron. Durante 38 años, le robaron a Angelelli hasta la manera de morir. “A Angelelli no sólo le quitaron la vida, sino que también le robaron la muerte. Entonces, esta sentencia no solo viene a restituirlo ante la sociedad riojana, sino a devolverle, de alguna manera, su muerte. Y yo creo que eso es importante” dijo a esta agencia Luis Miguel Baronetto, ex preso político y titular de la ONG querellante Tiempo Nuevo Latinoamericano.
Un pedido histórico
“Él es un obispo de la iglesia católica que se quejó de que lo dejaron sólo, lo abandonaron, y uno ha empezado a ver de un tiempo a esta parte, con la designación de Colombo, que hay una voluntad de acompañar estos procesos mucho más firmemente. Y el Papa, enviando esa documentación del Vaticano, le está diciendo al resto de los obispos argentinos, que como el encontró un papelito en los archivos del Vaticano que debe ser complejo, los obispos de acá tienen que buscar en los archivos de los obispados si hay papelitos que tanto reclamaron los familiares de desaparecidos”, dijo Baronetto.
Por primera vez, en el sermón de misa que se hizo ayer en memoria de Angelelli, en la Catedral riojana, el obispo Marcelo Colombo le pidió al poder judicial que se iluminara e hiciera justicia. “Nosotros como iglesia, ansiamos trabajar para mostrar la verdad y la justicia. Por eso la verdad alcanzada por los tribunales nos deja más serenos, y nos permite hacer justicia a esa gran figura que fue enrique Angelelli. La justicia tiene una dimensión pedagógica para las generaciones que siguen. Nos podemos quedar tranquilos que esa deuda con el pasado está saldada".
- Es la primera vez que la iglesia como institución pide justicia en una causa por delitos de lesa humanidad- preguntó Infojus Noticias.
-Esta causa se inició en el 83 con el pedido publico de los obispos de Nevares, Novak y Hesayne para que se vuelva a investigar la muerte de Angelelli. Después, distintas personas fueron pateando la pelota afuera, incluidas las leyes de impunidad, y en 2006 monseñor Rodríguez presenta al obispado como querellante.
-Qué mensaje va a dar esta sentencia al interior de la Iglesia, teniendo en cuenta que las cartas del Vaticano desnudaron un silencio de Pío Laghi en aquel momento…
-Claro. Yo puedo hablar de lo que toca en La Rioja. El impacto es sobre todo la serenidad que la figura de Enrique Angelelli transmitió en cada uno de sus actos puede ser reflejada ahora en una actuación interna de la iglesia, que quiere evocarlo y hacerse siempre testigo de Jesús como él lo fue. Para nosotros como iglesia no podemos decir que no hayamos estado presentes porque en la rioja siempre estuvo unida en torno a su pastor. Pero quizás, aquella vieja historia del accidente dejaba a más de un cristiano confundido. Hoy la justicia se encargó de demostrar que esto no ha sido así.
Fiscales, querellantes y civiles
“Las emociones que se ven aquí sintetizan todo. La sentencia sobre los hechos expresan lo que realmente fue: un homicidio dibujado de accidente de tránsito. La única sensación agria de todo esto, es que solamente dos de todos los implicados recibieron condenas porque el paso del tiempo ha sido el principal aliado de la impunidad”, dijo a Infojus Noticias uno de los fiscales ad hoc Gustavo Gimena.
El fallo –cuyos fundamentos se leerán el 12 de septiembre próximo-, dejó abierta la posibilidad de seguir investigando la participación civil en el asesinato. En uno de los puntos de la sentencia, “se deja a disposición de las partes las actuaciones para que hagan lo que consideren necesario”, dice el Tribunal. Eso implica la posibilidad de investigarlos aunque deja la responsabilidad del impulso procesal para las querellas y la fiscalía”, explicó Bernado Lobo Bugeau sobre este punto. “Nosotros, como querella de la Secretaría de Derechos Humanos, vamos a utilizar ese apartado para que se abran las investigaciones sobre la pata civil, porque estamos muy interesados en desentrañar ese punto”, agregó.
En cambio, respecto de los militares Norberto Appa y Eduardo De Casas, que integraron los servicios de inteligencia militar en los tiempos dictatoriales, el fallo fue aún más lejos y ordenó abrir nuevas investigaciones. Lobo Bugeau dijo sentirse orgulloso de “intervenir en esta causa histórica en donde 38 años después se pudo determinar la responsabilidad penal de dos integrantes de ese aparato organizado de poder”.
Maria Elena Coseano, la sobrina de “El Pelado”, como le dice cariñosamente a su tío, emprendíó la búsqueda de la verdad luego de la revocación de las leyes de impunidad, y se presentó como querellante. Estaba exultante, a la salida del Tribunal. “Estoy muy feliz. Se hizo justicia”, dijo simplemente, y se alegró de que se haya dispuesto la prolongación de la pesquisa sobre algunos miembros reputados de la sociedad civil de la época, comerciantes y terratenientes –entre los que estaba el hermano mayor de Carlos Menem y dos primos- que se enfrentaron encarnizadamente a la actividad pastoral de Angelelli. “Tuvieron mucho que ver esos personajes de la sociedad riojana con el asesinato de mi tío”, dijo María Elena.
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