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A partir de hoy, una placa identificatoria recordará para siempre que en la comisaría primera de Pergamino -frente a la plaza Merced- funcionó uno más de los 600 centros de detención, tortura y desaparición que montó clandestinamente la dictadura cívico-militar. “La marcación de la comisaría primera de Pergamino se hace en el marco del juicio conocido como Saint Amant II, ya que se juzgan varios casos de personas que pasaron por ahí”, dijo a Infojus Noticias Gabriela Juvenal, de la Red Federal de Sitios de Memoria de la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación que coordina Judith Said.

El juicio oral, que comenzó en abril, agrupa quince causas investigadas por la justicia federal de San Nicolás sobre el circuito represivo del Área Militar 132, cuyo jefe era el ex teniente coronel Manuel Fernando Saint Amant. Tiene el condimento de que las audiencias son ambulantes: se trasladan entre San Nicolás, Pergamino y San Pedro, para agitar la rutina de cada ciudad. 

La marcha del juicio es un detalle menor: las defensas de los catorce imputados están intentando sembrar dudas sobre la existencia del centro clandestino que quedó probado en archivos, legajos y testimonios del juicio actual.

En la comisaría de Pergamino estuvieron secuestrados obreros, sindicalistas, estudiantes, profesionales, sacerdotes, amas de casa de la zona, como antesala a los centros clandestinos que funcionaron en la Brigada de Investigaciones de San Nicolás –señalizada en septiembre de 2012- y la Unidad Penal 3 del mismo lugar –señalizada en 2013-. En todos los casos, los secuestros y los cautiverios fueron maniobras conjuntas de los efectivos policiales de la seccional y militares que revistaban en el Batallón de Combate de Ingenieros 101, a cargo de Saint Amant.

La señalización había sido declarada de “Interés municipal” por el Honorable Concejo Deliberante de Pergamino el 26 de septiembre pasado. Hoy, acompañada por una radio abierta y la presentación de artistas locales, autoridades de las secretarías de Derechos Humanos nacional y provincial, el municipio y el Concejo Deliberante de Pergamino, junto a militantes de la Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos local y el Encuentro Regional por Memoria y Justicia, concretaron la colocación de la placa identificatoria que señala a la comisaría donde se asienta la policía bonaerense -Dorrego 636- como una “prisión política y centro clandestino de detención”. “Con cada señalización, el Estado deja una marca para seguir asentando esa verdad, para que los jóvenes sepan lo que pasó en esos lugares”, agregó Juvenal.

Hace dos años, se juzgó por primera vez a los jerarcas del Área militar 132. Saint Amant, Antonio Federico Bossie y el ex policía federal Jorge Muñoz fueron condenados a prisión perpetua en cárcel común por cinco homicidios de lo que se conoció como la “Masacre de Juan B. Justo”. Saint Amant también fue condenado por las desapariciones de Regina Spotti, María Cristina y Raquel Alvira, Horacio Martínez, Rosa Baronio y Eduardo Reale.

En la ley 26.691, que encuadra a las señalizaciones, quedan “comprendidos todos aquellos Sitios respecto de los cuales existieron pruebas suficientes sobre su funcionamiento como lugares donde se produjeron delitos de lesa humanidad”. Ya son 89 las señalizaciones que se llevan hechas en todo el país, y se está trabajando en muchos más: Base Aérea de Paraná, La Cacha, la Base Aérea de Zárate y el Destacamento San Antonio de Formosa son algunos de ellos. El doble propósito también lo dice el texto de la ley: “facilitar las investigaciones judiciales, como asimismo, para la preservación de la memoria de lo acontecido durante el terrorismo de Estado en nuestro país”.