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El suboficial retirado Mario Rubén Domínguez fue detenido el último viernes en su casa de Córdoba por crímenes de lesa humanidad. Fue identificado luego de una investigación del Programa Verdad y Justicia, que presentó un informe a la jueza federal Alicia Vence.
Mario Rubén Domínguez, el suboficial mayor retirado que fue detenido el último viernes en su casa de Córdoba por crímenes de lesa humanidad cometidos en Campo de Mayo, se negó a declarar. La jueza federal Alicia Vence se disponía a indagarlo por su presunta participación como miembro de la patota, secuestrando e interrogando a militantes en el centro clandestino que se conoció como El Campito. Domínguez, que muchos sobrevivientes habían mencionado siempre con el nombre de guerra de “Escorpio”, fue identificado luego de una investigación del Programa Verdad y Justicia, que presentó un informe minucioso ante la jueza el 5 de julio de 2013.
Escorpio llegó al Juzgado Federal N° 2 de San Martín con un abogado particular ya designado. Sin embargo, el letrado no asumió la defensa por cuestiones de competencia –se especializaba en contencioso administrativo- y tuvo que apelar al defensor oficial. Patricio García Graham, el elegido, pidió unos días de gracias para interiorizarse en la causa.
Domínguez no respondió, en consecuencia, sobre una de las pruebas más fuertes en su contra: su pase “en comisión” al Comando de Institutos Militares de Campo de Mayo desde el 2 de abril de 1976 hasta el 15 de diciembre de 1977. “Por casos de otros represores de Campo de Mayo, sabemos que el Ejército estilaba consignar en gran parte en sus legajos ‘en comisión al comando de instituto militares’ cuando los destinaban a la llamada ‘lucha antisubversiva, que no era otra cosa que integrar la patota que secuestraba e interrogaba en ese centro clandestino”, explicó el abogado querellante de víctimas, Pablo Llonto.
En la investigación del mencionado Programa, que conduce Luciano Hazán y depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, se relevaron los testimonios de sobrevivientes de “El Campito” que figuraban, en parte, en la causa 2441 “Ricchiuti Luis y otros s/inf art 146 del CP”. En su declaración del 30 de septiembre de 2009 ante el Tribunal Oral Federal de San Martín, el ex suboficial Víctor Ibáñez afirmó que a un torturador (de Campo de Mayo) "le decían Escorpio", "de apellido Domínguez" y señaló que "era ingeniero, suboficial".
A partir de entonces, los investigadores rastrearon boletines públicos, confidenciales y reservados del Ejército y el Libro Histórico de la Escuela de Ingenieros (años 1976 a 1983), y encontraron que en la Escuela había prestado servicio un suboficial de apellido Domínguez.
Sus fojas de servicio dieron otras claves: los sobrevivientes decían que era alto, y la foja decía que medía 1,80. Además, el 2 de abril de 1976, con el cargo de Jefe de Grupo de la Compañía Comando, fue destinado “en comisión” al Comando de Institutos Militares. Ese año, lo calificaban el mayor Pascual Oscar Guerrieri –Jefe del Equipo Especial Mayor del Departamento de Inteligencia de Institutos Militares- y el coronel Fernando Verplaetsen -Jefe Departamento II de Inteligencia del Comando II de Institutos Militares.
En 1977, ese coronel lo destacaba como “uno de los pocos sobresalientes para su grado” y decía que no convenía que continúe en el destino “por cuanto a pesar de su sobresaliente desempeño, en opinión del suscripto, el causante debe reintegrarse a una unidad de su arma”.
Los testimonios sobrevivientes –piedra fundamental del informe- ubican a "Escorpio" en esa fecha y los calificadores actuaban en Campo de Mayo. Uno de los secuestrados recordaba que el propio represor le había dicho que su apodo se debía a su signo en el zodíaco: nació el 28 de octubre.
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