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El juez Federal, Fernando Poviña, dictó la prisión preventiva de Ricardo Lona, ex juez Federal de Salta, por considerarlo responsable del delito de "homicidio doblemente calificado por alevosía" y con el "concurso premeditado de dos o más personas, en grado de cómplice primario", cometido en perjuicio de las once víctimas de la “Masacre de Palomitas”. La decisión llegó tras una resolución de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que anuló el sobreseimiento de Lona.

La decisión de Poviña, titular del Juzgado Federal N° 2 de Tucumán y subrogante en el Juzgado Federal N° 1 de Salta, obedeció a lo resuelto por la Corte, que anuló el sobreseimiento de Lona por el delito de encubrimiento para que se dictara un nuevo pronunciamiento en el que se evaluara en qué medida correspondía adoptar con respecto a las imputaciones que habían sido indebidamente excluidas - que ubicaban a Lona como partícipe del homicidio - y cómo debían conjugarse éstas con el reproche relativo a la omisión de investigar.

La llamada “Masacre de Palomitas” ocurrió el 6 de julio de 1976, durante la última dictadura cívico-militar, en el paraje “Palomitas” ubicado a 50 kilómetros de Salta capital.

Ese día, un grupo de presos políticos que estaba alojado en el penal salteño de Villa Las Rosas era trasladado supuestamente a Córdoba, bajo el argumento de un inminente motín, pero al llegar a Palomitas, en el departamento General Güemes, fueron fusilados. El operativo de traslado estuvo a cargo del entonces capitán Hugo Espeche, quien entregó a los presos un grupo de tareas que los llevó hasta ese paraje, donde los acribillaron a balazos.

Las víctimas fueron María del Carmen Alonso, Benjamín Ávila, Celia Leonard de Ávila, Evangelina Botta, Georgina Droz, Rodolfo Usinger, María Amaru Luque de Usinger, José Póvolo, Roberto Oglietti, Pablo Eliseo Outes, Alberto Sabransky y Jorge Turk Yapur.

En el marco de la primera parte de la denominada "Causa Palomitas", la justicia federal salteña condenó en diciembre de 2010 al ex jefe del Ejército en Salta, coronel (RE) Carlos Alberto Mulhall; al coronel (RE) Miguel Raúl Gentil, que era el jefe de la Policía de la provincia, y al coronel (R) Hugo César Espeche, a reclusión perpetua. Durante el proceso se los halló penalmente responsables de los once homicidios ocurridos en el paraje salteño, agravados por alevosía y en concurso premeditado por dos o más personas, en grado de autores mediatos a los dos primeros y de partícipe primario a Espeche.

Un año después, en lo que se llamó la causa "Palomitas II", el juez federal de Salta, Julio Bavio, dispuso perpetua y cárcel común para el comisario general retirado Joaquín Guil y además condenó a reclusión perpetua al ex jefe del III Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez. El magistrado los consideró “coautores mediatos
de la Masacre de Palomitas”, por el delito de homicidio doblemente calificado por alevosía y en concurso premeditado contra once presos políticos, a la vez que condenó a 20 años de reclusión al ex agente del Servicio Penitenciario salteño Juan Carlos Alzugaray.