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El obispo de La Rioja murió en Punta de los Llanos en agosto de 1976. Estaba investigando el asesinato de dos curas. Por el crimen está siendo juzgado exgeneral Luciano Benjamín Menéndez.
El Tribunal Oral Federal de La Rioja encabezó una inspección ocular en el lugar donde fue asesinado el obispo Enrique Angelelli. Por su muerte, ocurrida en agosto de 1976 en Punta de los Llanos, están siendo juzgados elex general y titular del Tercer Cuerpo de Ejército Luciano Benjamín Menéndez y el excomodoro Luis Estrella.
Los jueces José Camilo Nicolás Quiroga Uriburu, Carlos Julio Lascano y Juan Carlos Reynaga, junto a la fiscalía y las querellas, realizaron la inspección en el kilómetro 327 de la ruta nacional N°38, a al altura de Punta de Los Llanos
A pocos meses de instalada la última dictadura, el 4 de agosto de 1976, Angelelli, que era obispo de La Rioja, regresaba a la capital provincial desde la ciudad de Chamical, donde había investigado el asesinato de los sacerdotes Carlos Murias y Gabriel Longueville. Volvía en una camioneta utilitaria Fiat junto al ex sacerdote Arturo Pinto, colaborador y amigo personal, cuando –según el mismo Pinto y otros testigos- un auto blanco los encerró y provocó el vuelco del vehículo en que viajaban. En esas circunstancias, Angelelli murió mientras que Pinto sufrió diversas heridas.
"Podemos afirmar con seguridad que la colisión automovilística donde monseñor Enrique Angelelli perdió la vida fue provocada de forma deliberada por otro vehículo que venía siguiéndolos", dijeron los fiscales Michel Horacio Salman y Darío Illanes en la elevación a juicio
Las declaraciones testimoniales en el juicio oral continuarán el próximo 9 de mayo. En la última audiencia el perito Mario Vignolo señaló que "el cuerpo de Angelelli se encontraba con una fractura de cráneo y tórax" y explicó que por su experiencia calcula que la camioneta en la que viajaba el obispo junto al sacerdote Arturo Pinto no dio "más de dos o tres vueltas", por lo cual "la lesión que presentaba monseñor en su tórax fue provocada por el golpe contra el volante de la misma".
Vignolo planteó dos hipótesis acerca de la muerte de monseñor Angelelli: "pudo haber sido despedido y al caer su cabeza golpeó con el asfalto o bien fue arrastrado y en un momento su cabeza golpeó con el suelo", tras lo cual agregó que "pudieron haber pasado cualquiera de las dos cosas ya que la causa de muerte fue provocada por el traumatismo de cráneo al golpear de una u otra forma la cabeza con el asfalto". En su testimonio, el perito mencionó que en el lugar del hecho le llamaron la atención "los zapatos del obispo, porque parecían que habían sido acomodados, ya que a veces suelen quedar dentro del vehículo cuando uno sale despedido del mismo".
Al finalizar su testimonio, Vignolo dijo que "no hay duda que hubo un vuelco" y aclaró que "si en algún momento intervinieron terceros, podría haber sido para sacar el cuerpo del habitáculo de la camioneta", dejando abierta la posibilidad de que el obispo haya sido asesinado luego de la colisión de los vehículos.
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