Infojus Noticias

El “Capitán Coco”, como se lo conocía a Juan Carlos Damonte, había ido a cobrar plata a un cajero automático del centro de la ciudad de Trelew cuando cayó en la ratonera. Damonte había integrado el Departamento de Informaciones de la policía de Córdoba, el temible “D2”, donde se torturó a muchísimos militantes durante la última dictadura militar. Estuvo prófugo dos años, hasta que la mañana del martes, en la sede del Banco Nación de la calle 25 de Mayo casi avenida Fontana de Trellew, lo detuvo una unidad de policías federales de Rawson y de Córdoba lo detuvieron a media mañana.

Su nombre en nómina de la represión cordobesa surgió en octubre del 2010, cuando se estaba juzgando en Córdoba a los generales Jorge Rafael Videla y Luciano Benjamín Menéndez, y una docente jubilada, Lilia Rosa Bruno, lo identificó. Había sido secuestrada en su casa, el 24 de mayo de 1975, cuando se alistaba para ir a un casamiento, por una patota de doce hombres armados. “Por las campanadas de la catedral me di cuenta que estaba en el D2”, dijo. Allí la interrogaron y torturaron dos hombres. Lo caracterizó como el “bueno” y el “malo”. Con el tiempo supo que “el bueno” era “Coco Damonte”, y que lo habían dado de baja de la fuerza en 1976 por una causa de cohecho.

“En la jerga era el capitán Coco, un abusador y torturador de la policía de la provincia de Córdoba, de la D2. Estaba bien escondido, hasta habían dicho que estaba muerto, pero nosotros insistíamos en que había que buscarlo”, dijo a Infojus Noticias la fiscal federal  Graciela Silvia López de Filoñuk. “Lilia Bruno lo vio en el D2, y cuando la liberaron, este sujeto iba a verla a la casa como una forma de seguir ejerciendo presión. Tenemos otros testimonios que lo imputan, pero tenemos que seguir investigando”, completó la fiscal.

Cuando la mujer lo mencionó en el juicio empezó a ser investigado en la causa “Vergéz, Pedro y otros”, donde había otra decena de policías provinciales imputados, y también algunos militares. El 8 de agosto, la fiscalía pidió su captura por privación ilegítima de la libertad agravada, tormentos agravados y abuso deshonesto contra la mujer. La policía federal investigó, primero desde Córdoba, y después –cuando averiguaron su domicilio- una división se trasladó a Trellew. También intervinieron el Departamento de Prevención de Fraudes Bancarios de la Red Link, el gerente del Banco de la Nación Argentina Sucursal Trelew y el director de ANSES.

A principios de este año, la causa fue elevada a juicio –aún no se llevó a cabo- y el juzgado federal decidió apartar a Damonte y formar una causa nueva, con él como único imputado, para seguirlo buscando. Según la información que recibieron en la fiscalía, el “capitán Coco” está enfermo de cáncer y tiene una traqueotomía, por eso, provisoriamente, está arrestado en su domicilio, a la espera de ser indagado por el juzgado federal 3 de esa provincia. Hasta su captura, era uno de los siete policías provinciales que estaban prófugos. Ahora quedan seis.