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La Asociación de Abogados para la Justicia y la Concordia, que nació en 2009 con el objetivo de conseguir una amnistía general de represores, reunió en su asamblea anual a familiares y abogados de acusados de crímenes de lesa humanidad para festejar los “vientos de cambio” y aprobar su memoria anual. “Hay que evitar que la llama de esperanza que se ha encendido no se consuma”, escribieron en la invitación.

La cita fue ayer en el Hotel Lafayette y la elección del lugar no fue casual. Ahí se reunieron hace seis años 157 abogados  “alarmados frente al ataque planificado e instigado desde el poder contra la república y la paz social” y fundaron la Asociación. Pero ahora, a menos de dos semanas para el balotaje y con encuestados que vaticinan un resultado favorable para el candidato de Cambiemos, Mauricio Macri, para sus miembros “ráfagas de optimismo recorren la patria hasta ayer doliente”.

Ricardo Saint Jean, hijo del gobernador bonaerense de facto Ibérico Saint Jean durante 1976 y 1981, fue uno de los oradores del encuentro y su mensaje fue explícito: arengó para derribar “la jurisprudencia fijada por el fallo Arancibia Clavel”, que en 2004 declaró imprescriptibles los delitos de lesa humanidad. “Estamos ante la batalla final”, dijo esperanzado, según detalló Página 12 en un artículo de Diego Martínez.

Carlos Bosch, quien reemplazó como secretario de la comisión directiva a Mariano Gradín, dijo que “la Justicia está degenerada”, pero que aunque “no (tuvieron) demasiado éxito” en su misión de paralizar los juicios, ahora hay “vientos que pueden cambiar las cosas, no sabemos para dónde”.

En la reunión también participaron Alberto Solanet, ex presidente de la Corporación de Abogados Católicos y hermano del secretario de Hacienda de la dictadura; Alberto Rodríguez Varela, ex ministro de Justicia de Videla;  el ex jefe de la SIDE Juan Bautista Yofre; el teniente coronel (R) Emilio Nanni y María Elena Vázquez de Astiz con su hija.

El optimismo de la asamblea, sin embargo, no dejó que se opacara el objetivo de sus fundadores. “Esto no quiere decir que la tarea esté cumplida ni que haya llegado para nosotros la hora del reposo”, dicen desde la Asociación.

El proceso de justicia por los crímenes de lesa humanidad cometidos en el marco del genocidio planificado por la última dictadura cívico-militar suma 622 condenas.

AS/PW